Sabrán que viven en gratitud cuando aprecien el haber nacido a pesar de un mundo agresivo. Que saben extraer, adoptar y bien aplicar la esencia didáctica que emanan los debacles existenciales. Cuando aprecien el cantar de las aves parlanchinas, la pureza del aire que sacia vuestras profundas inhalaciones, la frescura incondicional que ofrece la sombra de un roble con sus brazos estrechando invitación. Cuando aman sin excusas y se entregan sin escatimo. Cuando vuestra propia alma se confunde entre las demás. Cuando lo común y ordinario se torna extraordinario. Cuando se vive la vida con el único propósito de ser feliz al hacer feliz.
Solo aquel que se ama es capaz de encontrarse bendecido entre los más puros sentimientos ajenos. Solo el que realmente se ama puede verdaderamente amar. Solo aquel que se respeta será percibido como figura de autoridad. Solo respetándose se logra ser admirado. Solo aquel que se brinda ayuda obtendrá su meritorio equiparado refuerzo. Solo aquel que ayuda encontrará paz. Solo aquel que crea en si mismo tendrá fieles seguidores. Solo aquel que lucha toda una vida será admirado, amado y respetado. Solo aquel que es…será.
Uno solo es capaz de encontrarse a sí mismo al encontrarse solo, al bajar el volumen incesante propio de nuestra era y ponerle pausa a nuestro ritmo. Solo así podremos oír los gritos desesperados provenientes de nuestro interior que para ser escuchado necesita competir contra las interferencias mundanas, atravesando con destreza tenaz las barreras del sonido.
Sueñen. Sueñen con las tibias caricias de una mansa mar en su piel desnuda bajo una tenue luz menguante e infinitas chispas de diamantes colgadas con hilos fugaces desde un fondo oscuro abundante.
Sueñen con ser arcoiris y pintar el mundo de colores. Sueñen con ser arbolada y dar muchos frutos impregnados de dulces sabores. Sueñen con ser pajarillos para que vuestras palabras se escuchen como un tierno canto al oído de sus receptores. Sueñen con ser tierra fértil para que sus huellas sean abundantes y queden fosilizadas en los corazones aledaños. Sueñen con ser lluvia fresca para saciar la propagada y desesperante sed universal de amar. Sueñen con ser sol candente para descongelar los glaciares existentes en los corazones indigentes. Sus puntas hirientes se asoman entre las aguas de confusas emociones y amenazan con destruir todo sueño existente.
Sueñen grande y no teman hacerlo porque es solo un sueño. Sueñen sin cesar que no cuesta, más proporciona inmensa felicidad. Al visualizar los sueños los hacemos más reales y aparecen más realizables. Solo así lograrán alcanzar las estrellas o al menos su brillo. Soñar es querer y querer es poder.